viernes, 30 de octubre de 2009

Entre los “medios” y los “fines”

Entre los “medios” y los “fines”
Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) no tienen, como dice Diego Levis, “en sí mismas capacidades intrínsecas de cambios que conduzcan a una mejora en las condiciones de vida de sus usuarios”. Esta afirmación se basa en la necesidad de no otorgarle características animadas a lo que en definitiva es una herramienta.
En segunda instancia hay que entender, en el marco de las teorías positivistas, toda la carga subjetiva que se le intenta asignar a las TIC. En aquellos enunciados que supo elaborar Augusto Comte la sociedad va superando de manera natural y “positiva” los distintos estamentos hasta llegar a las condiciones más aceptables para la vida. De esta manera se deduce que con el solo hecho de la existencia de estas tecnologías se eliminaría el analfabetismo en cualquiera de nuestros países latinoamericanos (cosa que hubiera sucedido hace casi 40 años) así como si facilitarle una partida de semillas de Montsanto a los pueblos africanos más relegados sirviera como medida salvadora para terminar con el hambre en ese continente.
Durante el debate por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, que también incorpora a las TIC en su texto, las discusiones técnicas parecían defender en todos los casos la inmaculada “libertad de expresión” consagrada por la Constitución Nacional. Sin embargo, se obvió el “para qué” como si cada uno de los aportes o críticas hubieran sido, por decantación, un bastión para construir un derecho “automático” y “omnipresente” y no una cuestión subjetiva en la pelea por los objetivos de los diversos proyectos de país.
En conclusión, a las tan útiles y necesarias Tecnologías de la Información y la Comunicación, entendidas como herramientas, no se les puede asignar la pesada tarea de erradicar la extrema pobreza y el hambre, entre otros importantísimos objetivos, si no las regulamos y pensamos de qué manera se insertan en la sociedad y al servicio de qué proyecto.


Lisandro Contreras.

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